domingo, 15 de mayo de 2011

La Comarca Élfica (III)

Y a los pocos segundos después de pronunciar las palabras para invocarlo, Fénix irrumpió en la oscuridad nocturna. Era una criatura realmente maravillosa. Podía medir unos diez metros y todo su plumaje era de fuego. No era parlante, pero me hizo un gesto para que subiese a su lomo, que aunque ardía, a mi no me hizo ningún daño. Era mullidito, y sin que nadie se percatara de nuestra presencia, comenzamos a volar, cada vez más alto. Sobrepasamos Mónaco, Francia, Italia... y comenzamos a ascender. Las casas, los coches, y todo lo que yo veía se iba haciendo cada vez más pequeño. Arriba, más arriba, ahora solo se ve el mar, y aunque no haga frío, tiemblo, pero creo que es de la emoción. Seguimos volando cada vez más alto y lo que menos me apetece en este momento es mirar hacia abajo. Alcanzamos un punto en el que ya no siento nada, solo veo un resplandor de luz que me ciega. Cierro los ojos. Escucho a Fénix lanzar un grito de alegría y, sin dudar, los abro. El resplandor cada vez se acerca más a nosotros y de repente, lo atravesamos. Vuelvo a cerrar los ojos (tengo un poco de miedo) y noto cómo hace algo de calor, y también cómo Féniz aterriza. Abro los ojos y... se me vuelven como platos. Estamos en un sitio maravilloso, espléndido, es una especie de túnel hecho con ramas de árboles, hay muchas mariposas (y demás) volando por arriba de mi cabeza y, un ligero aroma a flores. Fénix me baja de su lomo y me hace una especie de reverencia, y así, de repente, una llamarada de fuego lo abrasa y se convierte en cenizas. Como comprenderéis, estoy algo confusa, y me pellizco por si todo esto ha sido un sueño por haber leído ese libro y haberme quedado dormida sobre mi cama. ¡Au! ¡Duele! ... ... Un momento, ¿sigo aquí? ¿esto es... real? Me parece que sí... entonces, creo que ya sé donde estoy... el lugar armonioso del que me hablaba el libro... la supuesta Comarca Élfica.



Historia escrita por: Macarena y Rosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario